Entre octubre y noviembre Chile será anfitrión de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023, uno de los eventos deportivos más importantes del continente. Participarán más de nueve mil atletas, se convocarán sobre 17 mil voluntarios y se han comprometido seis sponsors oficiales, entre ellos, Mitsubishi Motors. La colaboración supone una flota de más de 600 vehículos que los organizadores dispondrán para todas las competencias, incluidas aquellas en las que participan deportistas con movilidad reducida.
Pronto se cumplirán dos años desde que Mitsubishi Motors anunció orgullosa su apoyo a Santiago 2023 (nombre mediático de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023). La representación de la marca en Chile ganó la licitación para ocupar el rol de sponsor, lógicamente, con la venia de Mitsubishi Motors Corporation.
El respaldo de la alta dirección de la compañía es fundamental en oportunidades como estas, pues asume un papel clave en la logística detrás del evento. No se trata de automovilismo, pero si algo en la flota de Mitsubishi falla, puede ser crítico para los deportistas y la competencia. Además, los recursos invertidos van más allá del medio millar de autos que el evento usará por más de un mes.
“La participación de Mitsubishi en los eventos no tiene un aspecto comercial propiamente tal, sino que tiene que ver más con la imagen de marca”, explicó a Car Motor el gerente general de Mitsubishi Motors Chile, Hugo Castro. Faltaba más de un año, los vehículos en cuestión ni siquiera habían sido fabricados y en la marca ya estaban diseñando una compleja campaña de comunicación y diversas acciones de marketing que dieran a conocer su apoyo a los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023.
El acuerdo considera el despliegue de toda la gama de modelos que la firma japonesa ofrece en Chile. En números gruesos, cerca de 150 de esos vehículos son camionetas L200 y los 450 restantes son SUV como el ASX, el Eclipse Cross, el Outlander y el recién llegado Expander. Todos, sin excepción, serán ploteados con un diseño conmemorativo a Santiago 2023, tarea que en el mejor de los casos tomará dos meses.
Aunque Mitsubishi todavía sufre dilaciones en sus líneas de producción por escasez de algunos componentes, su gerente general en Chile asegura que están dentro del cronograma y sin atrasos, a diferencia de otros preparativos para el evento, especialmente los relacionados a infraestructura. Es decir, según los planes, ya habría autos con sus gráficos instalados.
Una vez entregados los más de 600 autos, estos quedan a cargo de los organizadores del evento. Salvo por asistencia técnica, Mitsubishi no tiene agencia sobre el uso que se le dará a cada vehículo. Sin embargo, cuando todo haya terminado, cada uno de esos automóviles deberá ser devuelto a la marca para ser posteriormente asignado a un concesionario.
Aunque la cooperación con este certamen deportivo no tiene un argumento netamente comercial, los autos de la flota sí serán llegarán a la venta. Por lo tanto, si alguien está interesado en adquirir uno de los automóviles usados en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023, ya sabe dónde cotizar.
Cómo es vivir con un auto adaptado
Santiago 2023 contempla 39 deportes. Ahora, 17 de estos son específicamente paralímpicos, es decir, para atletas con movilidad reducida. Mariana Zúñiga (21) es una de las atletas que competirá desde su silla de ruedas en tiro con arco. Además, también es una de las chilenas que conduce un automóvil adaptado a su cuerpo.
El pasado verano empezó a aprender a conducir con la instrucción de un compañero deportista. En su momento buscó escuelas que ofrecieran cursos de conducción para personas con movilidad reducida, pero son muy pocas. La alternativa más conocida es el Automóvil Club de Chile, pero esta empresa sólo le enseñaría la parte teórica, ya que no cuenta con vehículos adaptados en los que ella pudiera salir a practicar.
Fue un proceso de seis meses desde que se sentó por primera vez en el auto adaptado de su compañero hasta que consiguió su licencia de conducir. No recuerda con certeza la marca ni el modelo del auto en el que aprendió, pero sí reconoce que tenía cierta antigüedad y que la adaptación le resultaba tosca. De hecho, la modificación estaba hecha para un conductor zurdo y ella es diestra.
Una vez que dominó la conducción de ese auto y que superó la burocracia municipal, se acercó a Mitsubishi en busca de su primer automóvil. Esta es una relación que había comenzado en mayo de 2022, cuando la marca empezaba a apoyar su carrera deportiva y su inminente participación en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023.
El auto escogido fue un ASX, el SUV más compacto en el catálogo de Mitsubishi.
“La marca, por lo que entiendo, ya tenía experiencia con otros embajadores y ya se manejaban con el tema de la adaptación. Me preguntaron antes si necesitaba algo especial, fue todo bien fluido”,
relata Zúñiga.
No hay un producto predilecto por parte de Mitsubishi para el desplazamiento de los deportistas paralímpicos. Para ellos “todos los autos se pueden adaptar, lo importante es que se haga bien, correctamente y de cara a cuidar la seguridad de esos clientes”, explica Hugo Castro.
En el caso de Santiago 2023, es la organización del evento la que determina qué fines tendrá cada vehículo dispuesto por la marca. Sin embargo, el acuerdo no contempla autos con adaptaciones de ningún tipo para personas con movilidad reducida. La salvedad es que los atletas no serán quienes conduzcan los vehículos, pues, a partir de la experiencia de Mariana Zúñiga, los vehículos para estos fines suelen ser buses o mini van acondicionadas.
El mayor desafío para las organizaciones de este tipo de competencias deportivas paralímpicas es contar con suficientes vehículos para todos los deportistas. Este punto es particularmente crítico cuando el torneo es de gran calibre, como lo será este. El no cumplir con este aspecto generaría retrasos en los traslados, ya sea para llegar a los entrenamientos o a la misma competencia. ¿Nervios? ¿Ansiedad? Claro que sí, pero en esta ocasión eso no se relaciona con Mitsubishi.
Si Mariana tuviera que conducir, al menos ya no le sería un problema. “Estoy recién adaptándome a lo que es subir la silla y conociendo el auto, pero me encanta la adaptación. Siento que es mucho más cómoda que la adaptación con la que aprendí a manejar”, comenta al revisar sus primeros días con el Mitsubishi ASX.
“Se trabaja caso a caso, porque cada persona es distinta, entonces no podemos tener una solución estándar para personas que tienen algún tipo de dificultad”, El auto de la atleta es un ejemplo del trabajo que la marca propone a sus clientes con movilidad reducida en Chile.
expuso el gerente general. Sin embargo, no es el personal de la marca el que hace la adaptación, sino otra empresa externa.
“Nuestro apoyo en ese proceso tiene relación con hacer las recomendaciones a los proveedores (de las adaptaciones) para que las modificaciones que hagan a los vehículos no generen algún problema que finalmente pueda causar otro problema al cliente, llámese que tenga algún impacto en la seguridad del auto, que es lo que más nos interesa o que produzca otro tipo de fallas”, especificó el ejecutivo de Mitsubishi Motors Chile.
En caso de que el cliente haga la adaptación con la empresa que la marca le propone, el servicio de post venta mantiene la garantía del vehículo. De otra forma, el representante en Chile no puede acreditar la calidad y seguridad de las modificaciones que se hayan hecho al vehículo. Pese a que existen protocolos para enfrentar necesidades de esta índole, no cuentan con un registro preciso de cuántos clientes en Chile se embarcan con ellos.
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