Este es el nuevo SUV para seis pasajeros de Li Auto. Así como lo ves, está equipado hasta los dientes con todo lo deseable en un auto familiar, salvo por el extra de espacio de su hermano mayor, el L9, y el precio más bajo de su inminente hermano menor. El parecido entre ellos no es coincidencia: este fabricante quiere ofrecer todo en un mismo producto en el que el cliente escoja el tamaños y el chipset, tal como se hace al comprar un iPhone.
Es bueno partir por las diferencias más claras entre ambos modelos existentes. El L8 mide 5,08 metros de largo contra los 5,21 del L9, y tiene 3 metros entre sus ejes, lo que son 10 centímetros menos que su compañero. Aparte de eso, la placa patente posterior se traslada desde el portalón del maletero al parachoques. Eso es todo. No hay más diferencias estéticas por dentro ni por fuera, para bien o para mal. ¿La nota se termina acá? Claro que no.
Los L8 y L9 surgieron para competir con renombrados exponentes como el BMW X5, el Range Rover Sport o el Volvo XC90 en sus versiones híbridas. Esta acotación es importante, porque los modelos de Li Auto son, hasta el momento, eléctricos de rango extendido. Es decir, autos que se mueven con motores eléctricos y baterías, pero que se recargan con un motor a combustión interna que trabaja como generador, lo que permite aumentar ostensiblemente su autonomía.

En el caso del L8, se podría conseguir un rango máximo de 1.315 kilómetros entre los 55 litros de combustible y los 42,8 kWh de energía en la batería. ¿Por qué no es completamente eléctrico? Usar un pequeño motor a combustión interna como generador permite casi anular la ansiedad de rango y ayuda a contener el peso del vehículo. Por ejemplo, el recién presentado Volvo EX90 usará una batería de 111 kWh y pesará 2,8 toneladas, mientras que el L8 queda por debajo de las 2,5 toneladas.
El motor térmico en cuestión es un cuatro cilindros en línea, turboalimentado, con 1.5 litros de cilindrada. Aquí no importa mucho la cifra de potencia, sino su eficiencia. Li Auto declara que este bloque aprovecha un 40,5% de la energía térmica que produce, lo que es altísimo para un auto de calle. Esto permite que el consumo de combustible sea lo justo y necesario para aprovechar los 210 kilómetros de autonomía puramente eléctrica con la batería completa.

Dicho motor no va conectado de ninguna forma a las ruedas. Los encargados de mover el auto son dos motores eléctricos, uno por cada eje. El delantero ofrece 130 kW (170 hp) y el trasero llega a 200 kW (270 hp). En conjunto desarrollan 620 Nm de torque, los que pueden impulsar al L8 de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos.
Más allá de prestaciones y aspectos técnicos, el Li L8 brilla por su lujoso interior. Tal luce por fuera, el diseño interior es completamente minimalista, libre de líneas superfluas o accesorios aparatosos. La tónica de este espacio es asimilarse a un salón de lujo. Cada pasajero tendrá su butaca individual tapizada en cuero Nappa y con ajustes eléctricos propios.
La consola entre los asientos delanteros se podría considerar una mesa de centro con sus respectivos posavasos. Frente a ellos se ubican las dos protagonistas de este lugar: son pantallas LCD de 15,7 pulgadas cada una y resolución 3K. En estas, además de desplegarse lo usual de un sistema de infoentretenimiento, se pueden reproducir películas o incluso se puede usar una aplicación para hacer karaoke. Fanáticos del carpool karaoke, tomen nota.

Como si fuese poco, otra pantalla de iguales características se despliega desde el techo para la segunda y tercera corrida de asientos con un sistema de entretenimiento independiente. Esta, además, se puede controlar de forma táctil, por voz o incluso por gestos manuales. Estos sistemas trabajan con dos portadores de señal 5G, de forma que, si uno pierde conexión, el otro funciona de respaldo para no perder la fluidez.
El Li L8 tiene dos “versiones”: Pro y Max. Si bien la Pro lo incluye prácticamente todo, hay algunos detalles, como la tercera pantalla recién descrita, que se reservan para la Max. Ambas versiones usan un chipset Qualcomm Snapdragon 8155, aunque la primera usa dispone de 12 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento, mientras que la segunda tiene 24 GB de RAM y 256 GB se capacidad.

L8 Pro y Max también se distinguen por su capacidad de procesamiento del entorno en lo que refiere a automatismos de la conducción. En el primero, el hardware está compuesto por una cámara frontal de 8 MP, 9 perimetrales de 2 MP, 12 sensores ultrasónicos, un radar frontal y un módulo de posicionamiento de alta precisión. El L8 Max, en cambio, usa seis cámaras de 8 MP, cinco de 2 MP, mismo radar y sensores ultrasónicos, pero agrega un LiDar de 128 líneas. Dadas estas diferencias, el Pro tiene un poder computacional de 128 TOPS contra los 508 TOPS del Max.
En palabras simples, el L8 está completamente armado de computadores con los que puede controlar la aceleración, la frenada y la dirección de forma autónoma. Sólo queda a pequeños pasos de la conducción completamente asistida. Todo esto se suma con una larga lista de equipamiento, entre lo que está el techo panorámico, un sistema de sonido envolvente con 19 ó 21 parlantes, cargador inalámbrico para dos teléfonos, portalón del maletero automático, ventanas con doble aislamiento acústico, climatizador trizona, faros delanteros automáticos, entre mucho, mucho más.
Aunque el mapa de productos de Li Auto toma directa inspiración del de Apple, hay una diferencia radical: posicionamiento de precios. Mientras un iPhone puede llegar a precios prohibitivos, el L8 en China tiene un precio sugerido de 51 mil dólares (359.800 yuan) por el Pro. Por subir de grado hasta el L8 Max se llega a los 56 mil dólares y fracción (399.800 yuan).

Como referencia, en Estados Unidos un BMW X5 xDrive45e, antes de agregar opcionales, cuesta 65 mil dólares; un Volvo XC90 Recharge, aunque incluye mucho más equipamiento que el alemán, significa una etiqueta de 72 mil dólares. A eso hay que sumar el sobreprecio percibido en nuestra región, que bien pueden ser diez o veinte mil dólares más. Así, aunque el producto de Li Auto resulta mucho más genérico e impersonal, representa igualmente una gran amenaza en su segmento.
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