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Volkswagen le ajusta el traje al T-Cross en Europa

por Joaquín Navarro

Uno de los jugadores estrella en la gama de Volkswagen recibió nuevos ropajes y unos retoques interiores con los que busca mantenerse vigente en la dura competencia de los SUV del segmento B. También hay novedades tecnológicas y de equipamiento, pero sin distorsionar la receta que ha conseguido vender un promedio de 300.000 unidades anuales desde 2019.

Estas son las imágenes que ha liberado Volkswagen en su banco de noticias para dar a conocer cómo se verá el T-Cross a partir del cuarto trimestre de este año al otro lado del mediterráneo. Es muy amarillo, pero también lo han hecho lucir un tanto más dinámico con los parachoques y faros rediseñados. Sin embargo, este es el T-Cross europeo y, como ha sido la constante desde su nacimiento, la variante producida en Brasil podría mostrar una que otra diferencia.

Por ejemplo, de partida, el material de prensa corresponde a una versión R-Line, equipamiento que hasta el momento no ha llegado al continente. Esto supone que las primeras diferencias podrían ser el diseño de las llantas, las molduras exteriores oscurecidas o de la tapicería, elementos que buscan dar una estética más deportiva a este pequeño SUV de 4,13 metros de largo. Si nos preguntaran a nosotros, ojalá que llegue no pierda ese color amarillo en el camino.

Volkswagen estuvo trabajando en hacer que este primo del Polo sea más fino en su interior. El panorama general se mantiene sencillo y bien presentado, pero adopta mejores materiales en la parte superior del salpicadero nuevas pantallas táctiles de 8 ó 9,3 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento. Aparte del incremento de superficie, estos paneles se ubican unos milímetros más altos, lo que debería hacer más fácil su lectura durante la conducción.

La habitabilidad se mantiene como uno de los puntos clave de este producto. Su maletero ofrece 385 litros de capacidad, o bien 455 si es que deslizas los asientos traseros hacia adelante. Es cierto, se pierde comodidad para los pasajeros, pero se gana un buen espacio en el maletero en un vehículo cuyas dimensiones exteriores no son tan grandes. Además, Volkswagen reforzó el soporte para remolques, lo que permite la instalación de accesorios de hasta 75 kilos. Es un extra de tolerancia de 20 kilos, o algo así como una bicicleta de paseo más.

La actualización considera como equipamiento estándar el panel de instrumentos digital de 8 ó 10 pulgadas, conocido como Digital Cockpit en la marca; y los faros delanteros y traseros con tecnología LED. Ahora, también se incluye por primera vez la opción de equipar al T-Cross con los faros IQ. Light, que adaptan su haz de luz según las condiciones de tráfico y de la carretera.

Opcionalmente puede incluir el Travel Assist, que es la combinación de asistencias a la conducción tales como el control crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, reconocimiento de señales de tránsito, monitor y asistente de carril. Con este sistema el T-Cross podría, según las condiciones del tráfico, conducirse de forma parcialmente autónoma en carretera.

La mecánica del T-Cross en Europa se mantendrá en los motores a gasolina turbocargados de 1.0 y 1.5 litros, con potencias entre los 95 hp y 150 hp, con transmisiones manuales de seis marchas o automáticas de doble embrague “DSG”, como se denominan en Volkswagen, con seis o siete relaciones, dependiendo del motor en cuestión.

¿Te gustaría ver un T-Cross así en Latinoamérica? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!

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