La división N de Hyundai ha sido una revelación en la industria, tanto por el dinamismo de sus productos como por la mera aparición de una nueva marca deportiva en los tiempos que corren. Sobre eso han presentado su primer auto cien por ciento eléctrico en el recién celebrado Festival of Speed. Sí, es un SUV, pero con más de 600 caballos de fuerza, tracción integral y un buen chasis; este nuevo “N” promete. Además, su estética es bastante sugerente, ¿no?
El IONIQ 5 primeramente destacó por su diseño de inspiración retro, pero de ejecución moderna y sumamente técnica. Luego llegó a las manos de periodistas, incluidas las nuestras, para demostrar el nivel de tecnología y sofisticación que la nueva plataforma E-GMP puede ofrecer. Su indubitable enfoque es la comodidad, sin embargo, se le agrega una N y el panorama cambia.
Las diferencias parten desde que el monocasco está desnudo. Para crear este IONIQ 5 N se agregan 42 puntos extras de soldadura y 2,1 metros adicionales de adhesivo en el monocasco. Los soportes de la batería y los motores, los subchasis delanteros y traseros, la columna de dirección y los palieres también fueron reforzados. La división N bien sabe que, a mayor rigidez, mayor precisión en el comportamiento de un deportivo.

Con una batería de 84 kWh y una carrocería que supera los 4,7 metros de largo, ciertamente no es un auto liviano. Para contrarrestarlo, Hyundai diseñó una serie de softwares que asisten la transferencia de pesos durante la conducción y que cuidan al detalle el comportamiento de cada rueda.
Ambos ejes cuentan con un diferencial de deslizamiento limitado electrónico que gestiona la potencia que los motores envían a cada rueda en hasta 11 niveles distintos. Este sistema es clave para el N Drift Optimizer, un programa que facilita el derrape del auto en curvas mediante una aplicación brutal de torque en el tren trasero.

La suspensión de regulación electrónica se encarga de mantener en las ruedas de 21 pulgadas con llantas de aluminio forjado pegadas al suelo. Detrás de ellas hay unos generosos discos ventilados de 400 milímetros adelante y 360 detrás, los que son mordidos por pinzas de cuatro pistones. Estos componentes colaboran con la potente frenada regenerativa que desacelera al IONIQ 5 N a una fuerza de 0,6 G.
Lo llamativo es que el fabricante promete haber eliminado la inconsistencia que la mayoría de los autos eléctricos presenta en la transición del frenado regenerativo al mecánico. Esta percepción es clave en la conducción deportiva, ya sea para el correcto cálculo de las distancias como para la transferencia de pesos mediante la técnica de frenado regresivo.
Es más, un video promocional del modelo muestra los pies de un piloto usando la avanzada técnica del frenado con el pie izquierdo, cosa que suele ser difícil de ejecutar en autos eléctricos.
Lo que pareciera ser más fácil aun en el IONIQ 5 N es acelerar. Son 3,4 segundos los que le toma llegar a 100 km/h desde el reposo, gracias a sus colosales 650 caballos de fuerza y 770 Nm de par dispuestos en el modo N Grin Boost. Fuera de ese programa la potencia máxima es de 609 hp, de ellos, 226 van a las ruedas delanteras y 383 al trasero. Esa asimetría es la que también le permite deslizarse con ángulos groseros en curvas.
De todas formas, ese poderío no viene sólo. La batería de este auto cuenta con la función N Battery Pre-conditioning, que se encarga de ajustar la temperatura de las celdas antes y durante la conducción deportiva. Así, el sistema logra una mejora gestión térmica y, por lo tanto, unas prestaciones más consistentes y resistentes en situaciones de alta demanda energética.

A esto se suman distintos modos de manejo que el conductor puede preseleccionar para presupuestar la descarga de la batería de acuerdo cuánto y qué tan agresivamente vaya a conducir. No obstante, si fuese necesario, el IONIQ 5 N admite una recarga desde 10% hasta el 80% en sólo 18 minutos con una corriente de 350 kW. Mantiene, por cierto, la tecnología Vehicle-to-load (V2L).
Por otra parte, no es casual que Hyundai haya elegido a West Sussex, Inglaterra, como el lugar donde lanzar el IONIQ 5 N. El evento que se desarrolla en la Goodwood House es una de las mayores cumbres del automóvil en el mundo y este no es cualquier momento para la marca. De hecho, el modelo muestra esa actitud en su diseño.
Su carrocería es 8 centímetros más larga por el trabajo aerodinámico de sus parachoques, 2 centímetros más baja por su suspensión y 5 centímetros más ancha en sus caderas para acomodar el calzado de talla 275/75 R21. Ahí mismo en los arcos de ruedas hay salidas de aire para liberar corrientes de alta presión, mientras que desde las perforaciones del parachoques se canaliza más aire destinado a la refrigeración antes descrita.
Por dentro sigue siendo un vehículo muy espacioso, aunque deja parte de su original ambiente hogareño. Es un interior más oscuro que estimula la vista con nuevos gráficos de las pantallas y un volante correctamente circular cuya empuñadura denota el foco en la conducción. En este, además, hay una serie de botones y paletas que acercan algunos de los múltiples reglajes del IONIQ 5 N a las yemas de los dedos de conductor.

Los cuerpos de los ocupantes delanteros serán abrazados por butacas deportivas que van montadas dos centímetros más abajo, para mejorar posición de conducción. El mismo propósito tienen los nuevos pedales, ligeramente retocados para mejorar accionamiento y agarre. Todo sin dejar de lado el uso de plásticos y textilería sintética hechos con materiales reciclados.
Los precios no han sido anunciados, pero sí se ha confirmado su disponibilidad hacia fin de año como modelo 2024 en Europa, con una paleta de colores con 10 opciones de pintura exterior.
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