Home Más leído Audi Q8 e-tron, eléctrico renovado con un nuevo prefijo

Audi Q8 e-tron, eléctrico renovado con un nuevo prefijo

por Joaquín Navarro

El SUV pionero de la familia e-tron, primero destapado en 2018, ha recibido unos retoques, un empujoncito hacia el resto de su vida comercial y, a modo simbólico, ha sido integrado en la gama Q de la marca. Hoy es un Q8 más, o sea, el tope de la gama Q, aunque en rigor sea un producto distinto y no sólo un cambio de propulsor. Con esta actualización hay que esperar mejoras en la dinámica de manejo, en la aerodinámica y en la gestión de la batería, lo que redunda en una mejor autonomía.

La renovación llegó simultáneamente a los dos formatos existentes de este modelo, el SUV tradicional y el Sportback, de una silueta inspirada en una carrocería coupé. Antes cada una de estas variantes tenía un parachoques frontal distinto, con tomas de aire de distintas dimensiones y un resultado algo más agresivo en el caso del Sportback. Como dije, eso era antes; hoy ambos comparten un mismo rostro que adopta los últimos gestos de diseño que ha mostrado Audi.

Los rasgos se hacen familiares y conocidos, no disrumpen en lo que ya conocemos de la marca de Ingolstadt, pues ese efecto ya lo logró el pasado e-tron en su lanzamiento original. Toca mirar las fotos de prensa lado a lado para hallar las principales diferencias. Estas son una parrilla que opta reemplaza las barras y cruzadas por una trama de hexágonos en un fresco tono plateado. A su alrededor hay unas tomas de aire casi idénticas a las del Sportback saliente, las que van pintadas de gris satinado o negro brillante según corresponda o no el kit S-Line.

Static photo, Colour: Ultra Blue metallic.

La silueta en este Q8 e-tron y lo que luce dentro de su perímetro se mantiene sin cambios. Es decir, lo más reseñable en esta vista siguen siendo los retrovisores digitales, con cámaras en lugar de espejos. Al completar la vuelta hacia su cara posterior es posible concluir que las diferencias restantes son mínimas. Los ópticos delanteros y traseros son los mismos, aunque incluyen tres funciones más gracias a su tecnología de LED matricial.

Dicho eso, el Q8 e-tron reduce notoriamente su coeficiente de resistencia aerodinámica en sus dos carrocerías. “Pero ¡cómo, si apenas ha cambiado!”. Ocurre que Audi agrandó los deflectores aerodinámicos que van bajo el auto y que controlan el flujo de aire que llega a las ruedas. También incluyó una cortinilla en la parrilla frontal que se cierra cuando no es necesario ese caudal para refrigeración, de manera que esa corriente pasa alrededor del auto y no se entrampa dentro del mismo. Con eso el la carrocería SUV baja su CX de 0,28 a 0,27 y el Sportback lo hace de 0,26 a 0,24.

El habitáculo de este EV es todavía de los más innovadores de Audi a la fecha. Es de esos interior de Audi que son auténticamente Audi, con materiales y terminaciones impecables. Siempre ha sido así desde el lanzamiento de este producto, y es justamente ese aspecto el que mejora con este facelift. Si bien no hay cambios importantes en interfaces tecnológicas o diseño, Audi agregó más materiales reciclados, como lo es el cuero y la gamuza sintética del tapiz S-Line o un tapiz textil hecho a partir de botellas PET recicladas.

Este tipo de materiales ya estaba presente en las alfombras y en el aislamiento acústico, pero se amplía su uso en virtud de la carbono neutralidad que persigue el fabricante alemán. De hecho, con dicha adición se podría hablar de un tapiz vegano, algo que todavía es difícil de encontrar en marcas premium. Por lo demás, los polémicos retrovisores por cámara siguen dispuestos de igual manera, pese a su cuestionable ergonomía.

Este SUV seguirá disponible en versiones 50 e-tron y 55 e-tron, así como la prestacional SQ8 e-tron. El primero dispone de 335 hp y 664 Nm de torque; el segundo escala a los 402 hp y los mismos 664 Nm de par, mientras que el SQ8 dispone de 496 hp y 973 Nm. En el caso de este último, el cero-a-cien se cierra en 4,5 segundos y la velocidad máxima queda en 210 km/h.

Sin embargo, aunque las prestaciones sean importantes, lo novedoso es el incremento de capacidad de almacenamiento de las baterías y los efectos de esto en la autonomía de cada modelo. El 50 e-tron usa una batería de 89 kWh netos, mientras que las otras dos variantes alcanzan los 106 kWh desde el mismo espacio físico. Con eso, las homologaciones por el ciclo WLTP arrojan que la primera versión sería capaz de exprimir 491 o 505 kilómetros según se trate de la carrocería SUV o Sportback, respectivamente. En el mismo orden, la 55 e-tron anota 582 y 600 kilómetros, y la SQ8 e-tron marca 494 y 513 kilómetros.

Los Q8 e-tron mantienen sus dos motores asíncronos, uno en cada eje. Sin embargo, la unidad situada en el eje trasero aumenta de 12 a 14 los bobinados encargados de generar su campo magnético, con lo que permite entregar un mayor torque a igual flujo de corriente. Son pequeñas mejoras en busca de una mayor eficiencia.

El caso del SQ8 e-tron es distinto, ya que, por primera vez en un Audi de producción en masa se usan tres motores eléctricos, uno para el eje delantero y dos atrás, independientes para cada rueda. Esto permite una mejor gestión de la entrega vectorial de la potencia en el eje trasero, lo que facilita la rotación del auto en las curvas. Gracias a la instantaneidad de la entrega de par de los motores eléctricos y su desconexión mecánica entre sí, el sistema de tracción puede variar la potencia enviada a cada rueda en apenas 5 milisegundos con el objetivo de maximizar la motricidad disponible.

¿Qué te parece el renovado Q8 e-tron? ¡Déjanos tu opinión abajo en los comentarios!

Related Articles

Déjanos tu comentario