Primero fue la develación del primer Corvette híbrido, luego la resurrección regional de la Montana, seguida de la actualización del Trailblazer en Estados Unidos y, ahora, la presentación en tierras mexicanas del nuevo Aveo junto a su compañero sedán. El hatchback se había presentado en diciembre anunciando mayores niveles de seguridad, equipamiento y comodidad, promesa a la que se suma esta carrocería tricuerpo. Ha sido un inicio de año agitado para Chevrolet ¿no?
Ambos formatos del nuevo Aveo se presentaron a través de las redes digitales de la marca, pero no fue sino hasta su lanzamiento en México que ambos vieron la luz al público y frente a la prensa. Justo un par de días antes había sido el anuncio de la variante sedán de este modelo, por lo que la propuesta de este vehículo estaba fresca. Con esto también se confirmó la existencia de un reemplazo para el actual Sail, como se le conoce en Chile o en Argentina.
Este es un producto completamente nuevo desarrollado y fabricado en China por la asociación SAIC-GM-Wuling. Su diseño usa líneas mucho más técnicas en su cara frontal y posterior. La parrilla separada en dos niveles se redujo a un único elemento casi rectangular que se fusiona con los faros. Estos, por su parte, son más pequeños gracias al uso de proyectores y luces diurnas LED.

Luce más moderno, aunque aún está en el extremo conservador de su segmento. Sus puntos más dinámicos son los tickers en negro mate que recorren la parte inferior de las ventanas hasta cubrir el pilar C, en el caso del hatchback. El sedán los tiene un poco más discretos en la parte baja de sus puertas. Lo demás son un par de salidas de escape ficticias en el parachoques trasero y unas llantas bitono de 15 pulgadas. No impresiona ni ofende a nadie, que es una de las claves de éxito históricas dentro de este segmento.
El salto más importante se dio en el diseño y las terminaciones interiores del Aveo. Aunque se posiciona por debajo de Onix, tiene una presentación igual de pulcra y, de hecho, más a la moda. Las líneas generales corren a lo ancho del habitáculo, enfatizando la percepción de espacio dentro de este pequeño sedán. La gran ganancia es alejarse del aspecto más rudimentario con el que carga el actual Sail.

La incorporación de una pantalla táctil de ocho pulgadas a una buena altura en el salpicadero es un avance significativo en estos términos. Los mandos de la climatización con acabados símil metálico y el rediseño del cuadro de instrumentos también aportan lo suyo y parecen, además, buenas soluciones de ergonomía a las que su competencia no siempre atina.
Dentro de su equipamiento se puede esperar conexión con Apple CarPlay y Android Auto, un sistema de sonido con cuatro parlantes, computador a bordo, reposabrazos central, alzavidrios eléctricos, entre otros. Es importante destacar que este nuevo Aveo finalmente contará con seis airbags, testigos de uso del cinturón de seguridad en sus cinco plazas, además de frenos en sus cuatro ruedas con sistema ABS y monitor de presión de sus neumáticos. Según la versión también tendrá control de estabilidad y cámara con sensores de retroceso.
Su propulsor sigue siendo un motor gasolinero de cuatro cilindros, 1.5 litros, y aspiración natural sin turbo. Sin embargo, tiene la curiosidad de que su potencia baja de los 109 hp a los 98 hp, aun cuando su torque sube un 6,3% hasta los 148 Nm. Esta fuerza la gestiona una transmisión manual que agrega una sexta velocidad o bien una automática de tipo CVT.

En México lo habrá en tres versiones: la LS Manual como entrada, pero sólo dedicada a flotas; la LT Manual y la LT Plus. Sus precios no fueron especificados en el lanzamiento y tampoco las fechas en las que el modelo estará comercialmente disponible. Sin embargo, el auto está ahí, a pocos pasos de poder pisar las calles de Latinoamérica e intentar conquistar nuevamente a las familias y trabajadores que decantaron por sus antecesores.
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