Ford refresca al Escape 2023 con una nueva variante ST Line
La edad ha sido amable con el Ford Escape. Entre la irrupción de la pandemia y su nuevo rol en los mercados latinoamericanos, apenas se hacía necesario un lavado de cara. De todas formas, tocaba revisión de media vida y Ford aprovechó de agregar una nueva versión ST Line a la gama. Según el mercado, hay versiones de entre 180 y 200 caballos de fuerza con opciones híbridas. Así, con uno que otro aliño, el Escape toma un sabor algo distinto.
El rostro del Escape es donde más se concentran las novedades. Hay mucho en común con el Focus que se vende en Europa, auto con el que además comparte su plataforma. Lo interesante es ver cómo los retoques que en el Focus no hacían tanto sentido, en el Escape caen como anillo al dedo. Sí, acá hay percepciones de por medio, pero también hay un lado técnico.
El Escape de hace un par de años tenía un conjunto de parrilla frontal y ópticos que generaban una suerte de faz humana o animal. La diferencia de altura entre ambos elementos podía ser un poco disruptiva a primera vista, efecto que se ha reducido expresamente en este facelift.
Cualquier atisbo de diseño orgánico fue descartado de lleno. La parrilla se hizo octagonal y subió unos cuantos centímetros hasta coincidir con el corte del capó. Este cambio, aunque parece leve, cambió totalmente la expresión del Escape. A eso se sumaron los faros angostos con una forma de trapecio más marcada que iluminan el camino con una mirada cabreada. Son los ingredientes justos y necesarios para la versión ST Line.

¿Y en qué consiste una versión ST Line? En esencia, es un kit de una estética deportiva (como las variantes ST a secas), pero sin cambios en la mecánica que hagan al auto más incómodo en el uso cotidiano. En este caso, todas las molduras plásticas sin pintar adoptan el calor de la carrocería, los detalles cromados toman una terminación en negro brillante, al igual que las llantas y, por último, la parrilla toma un nuevo entramado.
Por dentro las novedades son sólo tecnológicas. La pantalla central crece enormemente hasta las 13,2 pulgadas según la versión e integra en ella todos los mandos de la climatización; solución de aspecto moderno, pero que ha ganado muchos detractores por su cuestionable ergonomía. No obstante, en versiones intermedias esta pantalla reduce sus dimensiones y los controles físicos vuelven a su lugar.

El sistema de infoentretenimiento ahora tiene una integración del asistente virtual Alexa para mejorar la eficacia de los mandos por voz y hacer más natural su uso. El panel de instrumentos, por su parte, presenta una nueva interfaz en su pantalla de 12,3 pulgadas. En caso de optar por una versión ST Line, el interior se distingue con costuras rojas en todo sitio donde haya tapicería y un volante con su parte inferior achatada.

Si de mecánicas se trata, principalmente se puede hablar de cinco opciones. Dos de ellas usan motores turbo Ecoboost, ya sea de 1.5 litros y 180 caballos de fuerza o de 2 litros y 250 caballos de fuerza. Ambos se hermanan con una transmisión automática convencional de 8 marchas.
Otras dos opciones son los mismos motores Ecoboost de 1.5 y 2 litros, pero con la colaboración de motores eléctricos para hacer del Escape un vehículo híbrido. Ford ha buscado que estos modelos puedan recorrer más de 640 kilómetros entre el estanque lleno y el apoyo eléctrico.
Sin embargo, la quinta opción es quizás la más interesante: la Plug-In Hybrid. Esta versión del Escape está diseñada para sacar el máximo provecho al impulsor eléctrico gracias a la posibilidad de enchufarlo a la red eléctrica. Aquí se implementa un bloque naturalmente aspirado de 2.5 litros que funciona con ciclo Atkinson. Esta característica le permite ser más eficiente cuando le toca hacer de generador para reponer la energía en la batería. El conjunto ofrece un máximo de 210 hp, trabaja con una transmisión automática de tipo CVT y promete más de 880 kilómetros de autonomía total.

En Estados Unidos el nuevo Ford Escape estará disponible desde los $27.500 dólares. Sin embargo, para llevar una de las nuevas versiones ST Line la compañía pide $31.335 dólares, lo que puede subir a medida que se agregan paquetes de equipamiento u opcionales como el sistema de tracción All Wheel Drive. Finalmente, el Escape híbrido enchufable encabeza la lista de precios en $39.955 dólares.
Y tú ¿preferirías un Ford Escape ST Line o un Plug-In Hybrid? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!