Será casi imposible que lleguemos a ver a este señor sedán en este lado del mundo, pero al menos podemos deleitarnos con las imágenes que ha liberado Hyundai. Con ejemplares como este se ratifica que hay ciertos mercados, muy específicos, que todavía defienden sus sedanes ejecutivos. Este en particular fue objeto de mucho cariño por parte de su creador.
Ya han pasado algunos años desde que estos grandes sedanes se han dejado de vender en nuestra región. En el caso chileno, los últimos que se vendieron eran de la generación pasada antes de someterse al facelift de 2019. Pese a eso, los últimos en venderse cumplen la diplomática función de transporte de figuras gubernamentales, como ministros o subsecretarios. En el caso peruano ya han pasado casi diez años del cese de sus ventas. Sin embargo, soñar es gratis, dicen.
Este sedán de 5 metros de largo —si no más— es lo más lujoso que hace Hyundai y lo han dotado de un diseño digno de ese estatus. Lo primero es la prestancia que le da su longitud, la que han resaltado con superficies muy limpias y una única línea de carácter que atraviesa el perfil de extremo a extremo. Junto a eso, es inevitable desviar la mirada hacia la gigante parrilla frontal… o parachoques, que en este caso viene a ser lo mismo.

Desde una perspectiva de 3/4 frontal relucen las formas paramétricas que dominan la fascia del Azera. El juego de profundidades, luces, sombras, destellos de los cromados, gráficos negros, todo eso está cuidado al detalle. Y si la situación lo pilla en penumbras, la barra LED transversal no lo dejará pasar desapercibido, aunque sin caer en ningún tipo de escándalo, por supuesto.

Girando a la esquina opuesta el protagonista de la escena pasa a ser el pilar D. Eso puede sonar como algo normal, pero escribir esa oración ya dice algo loable del Azera. ¿Por qué? Bueno, normalmente en esta vista la atención recae en los ópticos, en un difusor o en salidas de escape (reales o falsas), pero no, acá es un guiño histórico. En 1986, cuando el primer Grandeur (Azera) salía al mercado, remataba la vista trasera del habitáculo con un recurso similar. Hoy vemos ese pilar fluir desde el techo hasta fundirse con la cola del maletero en suma elegancia.
En el interior hay otra referencia histórica, también al modelo de la década de los 80: el volante. En esa época era un recurso elegante y poderoso usar un volante de un único brazo ancho. Hoy, con su tapicería de cuero y remates en aluminio, es un gesto de diseño fresco, entre las tendencias vigentes. Lo demás es limpieza, minimalismo, calidez y tecnología. En tres pantallas se dividen la climatización, el infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos.
El lujo también está en la sustancia. Hyundai no siempre ha hecho esto, pero han decidido que lo que parece madera, debe realmente ser madera; ¿se ve como aluminio? Es aluminio; ¿será cuero legítimo? Es cuero Nappa, acolchado según la tradición coreana y “ecoprocesado”. Es más, en ciertos puntos de contacto (no especificados) se usa un cuero antibacteriano para mantener la higiene. ¿Qué tanto de esto trascenderá a la experiencia final del usuario? El tiempo dirá.

Lamentablemente, Hyundai fue bastante parca con esta develación, pues no cedió información sobre trenes motrices, softwares o sistemas de seguridad. Tampoco hay información cierta sobre qué mercados recibirían este nuevo Azera ni a qué precio ni tampoco cuándo. Sólo quedaría ir a Corea a conocerlo en persona.
Y a ti, ¿te gustaría volver a ver al Azera en la región? ¡Deja tu opinión en los comentarios!
